
¿Alguna vez te has preguntado por qué se cae el cabello de manera más abundante de lo normal? Si al peinarte o ducharte ves muchos más cabellos en el cepillo o en la regadera, es posible que te hayas preocupado. Sin embargo, esta es una pregunta que muchas personas se hacen a lo largo de su vida. Y, aunque la pérdida de cabello puede ser un proceso natural, hay diversas razones detrás de este fenómeno que vale la pena conocer. En este artículo, te explicaremos las causas más comunes y qué puedes hacer al respecto.
El ciclo natural del cabello
Para entender por qué se cae el cabello, primero necesitamos saber cómo funciona su ciclo de vida. El cabello crece en tres fases:
- Fase anágena (crecimiento): En esta etapa, el cabello crece activamente. Esta fase puede durar de 2 a 7 años, dependiendo de la persona.
- Fase catágena (transición): Después de la fase de crecimiento, el cabello entra en una fase de transición que dura unas pocas semanas.
- Fase telógena (reposo y caída): Finalmente, el cabello entra en una fase de reposo, que culmina con su caída. Cada día perdemos entre 50 y 100 cabellos, lo cual es totalmente normal.
Sin embargo, cuando la pérdida de cabello es excesiva, algo fuera de lo común podría estar ocurriendo.
Causas comunes de la caída de cabellos
Estrés físico y emocional
El estrés severo, tanto físico como emocional, puede causar una pérdida temporal de cabello conocida como efluvio telógeno. Esto sucede cuando un alto porcentaje de los folículos pilosos entra prematuramente en la fase de reposo y se cae al mismo tiempo. El estrés provocado por una cirugía, una enfermedad grave o eventos traumáticos puede desencadenar este tipo de caída.
Cambios hormonales
Los desequilibrios hormonales son otra causa común de la caída de cabellos. En las mujeres, esto puede ocurrir durante el embarazo, la menopausia o cuando se interrumpe el uso de anticonceptivos hormonales. En los hombres, un exceso de dihidrotestosterona (DHT), una hormona derivada de la testosterona, puede llevar a la alopecia androgenética, que es una de las formas más comunes de calvicie.
Factores genéticos
La alopecia androgenética es una forma de pérdida de cabello que se hereda y afecta tanto a hombres como a mujeres. En los hombres, a menudo comienza en las sienes y en la coronilla, mientras que en las mujeres, el adelgazamiento suele ser más difuso, afectando todo el cuero cabelludo.
Dieta deficiente
Una alimentación inadecuada también puede contribuir a la caída del cabello. La falta de nutrientes esenciales como proteínas, hierro, biotina, zinc y vitamina D puede debilitar los folículos pilosos, provocando que el cabello se caiga con mayor facilidad.
Enfermedades y trastornos del cuero cabelludo
Algunas condiciones médicas pueden ser responsables de la pérdida de cabello. Entre ellas se encuentran la alopecia areata, una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo ataca los folículos pilosos, creando zonas calvas redondas en el cuero cabelludo, y problemas como infecciones o la dermatitis seborreica.
Medicamentos
Existen ciertos medicamentos que pueden tener como efecto secundario la pérdida de cabello. Entre estos se encuentran los utilizados para tratar la presión arterial alta, el cáncer (quimioterapia), la artritis y la depresión.
Factores ambientales
El exceso de exposición al sol, la contaminación o el uso constante de productos químicos agresivos pueden dañar el cabello y contribuir a su caída. Además, el uso frecuente de secadores, planchas o tratamientos con calor también debilita el cabello con el tiempo.
Tratamientos para la caída del cabello
Una vez identificada la causa detrás de la caída del cabello, existen diversas formas de abordarla. Aquí te contamos algunos de los tratamientos más comunes.
1. Cambios en el estilo de vida
Si la causa de la pérdida de cabello es el estrés, una de las soluciones más efectivas es implementar técnicas para reducirlo. Esto puede incluir la meditación, el yoga, el ejercicio regular y una buena higiene del sueño. Además, una dieta rica en nutrientes esenciales para el cabello puede ayudar a fortalecerlo.
2. Tratamientos tópicos
El minoxidil es uno de los tratamientos más conocidos y aprobados por la FDA para la caída de cabellos. Este producto se aplica directamente en el cuero cabelludo y puede estimular el crecimiento del cabello en algunos casos. Es especialmente efectivo en la alopecia androgenética.
3. Tratamientos médicos
Para casos más severos de alopecia, algunos médicos pueden recetar tratamientos como el finasteride (para hombres), que bloquea la conversión de testosterona en DHT. En casos de alopecia areata, las inyecciones de corticosteroides pueden reducir la inflamación y estimular el crecimiento del cabello.
4. Terapias naturales
Algunas personas optan por remedios naturales para tratar la caída de cabellos. Por ejemplo, el aceite de romero y la ortiga son conocidos por fortalecer el cabello. Aunque la evidencia científica sobre la efectividad de estos tratamientos es limitada, algunos encuentran que son útiles.
5. Cirugía capilar
En casos extremos, cuando otros tratamientos no son efectivos, las personas pueden recurrir a un trasplante de cabello. Este procedimiento implica mover folículos pilosos de una parte del cuero cabelludo a otra, y puede ser una solución efectiva para quienes sufren de alopecia androgenética avanzada.
Mitos sobre la caída del cabello
Es importante mencionar algunos mitos comunes que giran en torno a la pérdida de cabello, ya que muchas personas tienen ideas erróneas sobre este tema:
- Mito 1: «Usar sombrero provoca calvicie». No hay evidencia científica de que usar gorra o sombrero cause pérdida de cabello.
- Mito 2: «Lavarse el cabello todos los días provoca caída». Si bien el lavado frecuente puede resecar el cabello, no está directamente relacionado con su caída.
- Mito 3: «Cortar el cabello lo hace crecer más rápido». El corte de cabello no afecta su crecimiento, ya que este depende de los folículos situados en el cuero cabelludo.
¿Cuándo deberías consultar a un médico?
Si notas una pérdida de cabello excesiva que no mejora con cambios en tu estilo de vida o tratamientos básicos, lo mejor es acudir a un dermatólogo. El médico podrá hacer un diagnóstico detallado y recomendarte un plan de tratamiento adecuado según tu caso específico.